jueves, 23 de mayo de 2013

La colchita sigue creciendo



Como cabía esperar, la particular técnica de collage historiográfico de la que Boris Berenzon se sirve en sus tesis de maestría y doctorado no se limita sólo a ellas. Si al lector le resta paciencia, puede revisar el siguiente cuadro de cotejo que demuestra el modo en que el artículo “Del positivismo a la historia cultural. Un balance finisecular de la teoría de la historia”, firmado por Boris, ejemplifica el mismo proceder ensamblador de al menos tres textos. Uno de ellos, de Guillermo Zermeño, en forma extensa.


 

Para facilitar al lector el esfuerzo de formarse una imagen de conjunto de la estafa de Berenzon, labor que se antoja progresivamente complicada conforme la evidencia de multiplica, pongo a su disposición el siguiente y sintético cuadro, que procuraré mantener actualizado:


 

PD: Pedro Salmerón se suma a la denuncia: http://elpresentedelpasado.com/2013/05/16/el-caso-berenzon/

miércoles, 8 de mayo de 2013

"Berenzon es sobre todo buen historiador" o Primera lección de los grandes maestros

Dedicatoria de Boris en Historia es Inconsciente
“Berenzon es sobre todo buen historiador”, dice Helena Beristáin en su elogiosísimo prólogo al libro de Boris Re/tratos de la Re/vuelta. A la distancia, es irónico que Boris le haya dedicado a Beristáin Historia es inconsciente, otro libro suyo a reventar de plagios, calificándola como una de sus “grandes maestros e interlocutores”, dudoso honor que comparte con Gloria Villegas, quien dirigió la tesis de maestría de la cual emanó el librito, y con Juliana González, que estuvo al frente de la Facultad de Filosofía y Letras de 1990 a 1998 –incidentalmente, la administración que encomendó a Boris la coordinación del Área de Educación Continua, creada durante esa gestión, y a Villegas la Secretaría Académica y luego la Secretaría General de Facultad. Podríamos dejar este recuento aquí, asumir que todo el mundo se equivocó al tratar a Boris y que a Helena se le pasó un poquito la mano en su prólogo, pero mejor hagamos al revés, a ver a dónde llegamos. Supongamos que Boris es un buen historiador, un tipo brillante que, como dice Beristáin en el citado prólogo, sobresale en agudeza y crítica. Puesto que los únicos fragmentos de obra de Berenzon cuya autoría no está en tela de juicio son las dedicatorias, partamos de que las afirmaciones que éstas contienen son de gran valor, y que en efecto Boris está en deuda con los “maestros e interlocutores” que encontró en la academia. Preguntémonos ahora, ¿qué están enseñando esos “grandes maestros” para formar a alguien tan profesional como Berenzon?

Lo primero que estos maestros enseñan es que la adulación reporta frutos. Una revisión superficial de los plagios de Boris Berenzon podría llevarnos a concluir que se limita a reproducir mecánicamente los textos que ensambla para hacer sus tesis y libros, pero si vamos al detalle encontraremos algunos elementos aleccionadores. Uno en particular revela que Boris, contrario a lo que podría parecer, tiene un profundo respeto por la jerarquía académica y el derecho autoral. Miremos este fragmento de la página 37 del texto “Reír llorando (notas sobre la cultura popular urbana)” de Carlos Monsiváis, una de las obras extensamente plagiadas por Boris: 
  
 

  

¿Nota el lector las sutiles diferencias? Lo que ha ocurrido es que el plagiario se dio a la tarea de realizar, además de cambios menores, un sutil reemplazo. En el listado de opiniones sobre José Guadalupe Posada, justo entre Orozco y Rivera, apareció Gloria Villegas en calidad de sustituta para Jean Charlot. Vemos, en esa intrusión, al verdadero Berenzon, y éste nos da un ejemplo de honestidad académica, respeto a la autoría intelectual y hasta un intento de citación tradicional. 

 
Queda entonces clara la primera enseñanza de los “grandes maestros”. No es que la citación sea opcional, sino que conviene a quien quiere caerles en gracia que sea selectiva. Muy selectiva, de hecho. Básicamente basta con citarlos a ellos. Extensamente de ser posible.
 

Historia es Inconsciente, p.28
PD: No se pierdan a Boris plagiando la ponencia "Religión, ateísmo, poder", de Francisco Miñarro (2009), en el Congreso Mexicano de Ateísmo (2012). Se trata del texto que lee a partir del minuto 5 segundo 22 y que pueden consultar aquí: http://www.fundanin.org/minarro1.htm



Aquí un artículo del autor plagiado al respecto: http://defensaatea.blogspot.com.es/2013/05/el-oada-contra-boris-berenzon.html
Y aquí la aclaración de los organizadores del congreso: http://www.ateomx.org.mx/articulos/comunicados-de-prensa/26-prensa/68-aclaracion-importante-sobre-la-conferencia-del-del-dr-boris-berenzon-gorn-.html

miércoles, 1 de mayo de 2013

La colchita de Berenzon (múltiples y extensos plagios en libros y tesis de Boris Berenzon)




La obra académica de Boris es como una colcha hecha de retazos: pedazos de múltiples obras, cosidas diestramente entre sí, conforman el collage que desde hace años presenta como su trabajo. A veces es suficiente con encontrar y jalar un hilito suelto para descoser el conjunto y regresar a los retazos originales, y aquí ha sido el caso. La carta de Juan Manuel Aurrecoechea, fechada el primero de abril de 2013, en que denuncia el plagio de al menos 18 fragmentos de su libro Puros cuentos en el de Boris Re/tratos de la Re/vuelta era apenas el indicio de un plagio de inmensas proporciones. Este cuadro coteja Re/tratos de la Re/vuelta con nueve fuentes plagiadas por Boris Berenzon, algunas de ellas (especialmente Humor en serio, de Samuel Schmidt) extensamente.



Pero el problema es aún más grave. Porque Re/tratos de la Re/vuelta, publicado en 2010, es la versión editada de la tesis de doctorado en la Facultad de Filosofía y Letras de Boris Berenzon, “El discurso del humor en los gobiernos ‘revolucionarios’”, cuyo comité asesor estuvo integrado por Gloria Villegas (actual directora de la Facultad), Álvaro Matute y Helena Beristáin.  El texto es el mismo, los plagios son los mismos.


Por si no fuera suficiente, el libro de Boris Historia es inconsciente, publicado en 1999 por el Colegio de San Luis (incidentalmente, años en que Boris dobleteaba plaza de tiempo completo: fue coordinador del posgrado de ese centro y también profesor de tiempo completo de la Facultad de Filosofía y Letras) también es producto de extensos plagios. En este cuadro se evidencian varios, algunos muy extensos:


 

Nuevamente, el problema es más grave, porque Historia es inconsciente es la versión editada de la tesis de maestría de Berenzon, llamada “Robert Darnton Peter Gay, una perspectiva historiográfica del inconsciente colectivo”, de la cual también fue asesora Gloria Villegas.

Entrada de “Robert Darnton Peter Gay, una perspectiva historiográfica del inconsciente colectivo” en TESIUNAM

Con todo esto, el fraude académico realizado por Boris adquiere nuevas y mayores proporciones. El ausentismo que caracterizó durante más de una década su práctica docente es peccata minuta: apenas la punta del iceberg de una trayectoria de estafa y deshonestidad que hacen inválida no sólo su plaza de profesor en la Facultad, sino también, más allá de cualquier duda, su adscripción al Sistema Nacional de Investigadores y, hasta ahora, sus títulos de maestría y doctorado en historia, ambos obtenidos en el posgrado de Filosofía y Letras.

Durante al menos quince años Boris Berenzon ha vivido cómodamente cobrando nómina y estímulos de instituciones públicas, regalías de las editoriales que publican sus plagios y honorarios de quienes lo entrevistan, piden su colaboración o lo invitan a un evento académico.



Quince años de viajar por el mundo, prestigiar su nombre anteponiéndole su grado académico, ser citado y promovido en La Jornada (2002) (2003) (2004) (2005) (2007) (2009) (2011). 



Quince años es bastante tiempo. No queda más que reconocer que se está frente a un estafador de los buenos, caray.

Esta fulgurante trayectoria es debida a su astucia, cualidad que le ha permitido aprovechar todos los errores, contradicciones y problemas del sistema académico mexicano en su favor. Pero tal vez la explicación esté incompleta, tal vez nos falten algunas variables para dar cuenta del fenómeno, de la persistente indolencia y complicidad de todos los que tendrían que haberla evitado, investigado y sancionado ¿o ustedes qué opinan?